sábado, 27 de octubre de 2018

El mal menor


Maruan Soto Antaki (@_Maruan), escritor y ensayista mexicano (México D.F. 1976). Es hijo de la poeta, ensayista, escritora, antropóloga y filósofa siria, Ikram Antaki.
Soto Antaki, es una de las voces referentes en México del análisis de la cultura de Medio Oriente. 

Es quizá mayormente conocido por sus ensayos:
Reserva del vacío. La muerte como invención literaria (Taurus, 2015). En donde la base del análisis son 3 pilares. El primero, la vida terminada en el ritual del seppuku de Yukio Mishima; el segundo, la similitud de la vida y suicidio de Mishima con la vida y muerte de Jesucristo;  y una plática entre Jorge Luis Borges y Ernesto Sábato hablando de la muerte y el suicidio.

Y su trilogía de ensayos de análisis social, los cuales aportan una actualización y enriquecimiento de temas tratados con anterioridad en ensayos como “El laberinto de la soledad” de Octavio Paz.
  • Pensar Medio Oriente (Taurus, 2016)
  • Pensar México (Taurus, 2017)
  • Pensar Occidente (Taurus, 2018)

En el campo de la ficción ha publicado cuatro novelas:
  • Casa Damasco (Alfaguara, 2013)
  • La carta del verdugo (Alfaguara, 2014)
  • Clandestino (Alfaguara, 2015)
  • El jardín del honor (Alfaguara, 2016)

El pasado viernes (26 de octubre), dando continuidad a su trayectoria en el campo de la ficción, presentó su quinta novela, El mal menor (Alfaguara, 2018).

Sinopsis:
A finales del siglo XIX en Estados Unidos, un empresario venido a menos desafió los poderes establecidos en Washington. Joshua Abraham Norton I se autoproclamó Emperador de Estados Unidos y, más tarde, protector de México. Salvo una que otra mención, su recuerdo se perdió en el olvido. Una de las pocas fotografías que le sobrevivieron se encuentra en San Jacinto de las Palmas, pueblo de montaña y próximo al mar en el norte de México, donde ha muerto Don Andrenio, su regidor, terrateniente y benefactor. Sus últimas palabras imploraron evitar que el heredero de la familia Gracián fuera suplantado por Aurelio Guevara; ambicioso y manipulador que amenazaba a un lugar como tantos en el país, hecho a la tranquilidad de sus vicios.
El fracaso del nuevo gobierno propiciará la farsa de un régimen de ficción que ocupará el lugar de la realidad. Norton I replicó a Napoleón. El joven Andrenio Gracián seguirá la imagen del emperador. Ante la corrupción y los abusos del poder atrás del poder que representa la falta de escrúpulos de Aurelio, San Jacinto de las Palmas optará por ser súbdito de El mal menor.
Satírica y al mismo tiempo cruda y desencantada, El mal menor es en más de una manera una fábula política que juega con los defectos y miedos de la vida pública mexicana.

Efemérides


Nace un día como hoy pero de 1932, Sylvia Plath, escritora estadounidense, conocida sobre todo como poeta, aunque también escribió obras en prosa, como la novela semi-autobiográfica, “La campana de cristal”.


Biblioteca Nacional de Chile - Memoria Chilena

Un día como hoy pero de 1967, muere Marta Brunet, galardonada escritora chilena autora de la obra “Aguas abajo”. En 1961 fue galardonada con el Premio Nacional de Literatura. Fue la segunda mujer en obtener el galardón luego de Gabriela Mistral.


sábado, 20 de octubre de 2018

10


Del poemario Espantapájaros

Por: Oliverio Girondo


¿Resultará más práctico dotarse de una epidermis de verruga que adquirir una psicología de colmillo cariado?
          Aunque ya han transcurrido muchos años, lo recuerdo perfectamente. Acababa de formularme esta pregunta, cuando un tranvía me susurró al pasar: “¡En la vida hay que sublimarlo todo… no hay que dejar nada sin sublimar!”
          Difícilmente otra revelación me hubiese encandilado con más violencia: fue como si me enfocaran, de pronto, todos los reflectores de la escuadra británica. Recién me iluminaba tanta sabiduría, cuando empecé a sublimar, cuando ya lo sublimaba todo, con un entusiasmo de rematador… de rematador sublime, se sobreentiende.
          Desde entonces la vida tiene un significado distinto para mí. Lo que antes me resultaba grotesco o deleznable, ahora me parece sublime. Lo que hasta ese momento me producía hastío o repugnancia, ahora me precipita en un colapso de felicidad que me hace encontrar sublime lo que sea: de los escarbadientes a los giros postales, del adulterio al escorbuto.
          ¡Ah, la beatitud de vivir en plena sublimidad, y el contento de comprobar que uno mismo es un peatón afrodisiaco, lleno de fuerza, de vitalidad, de seducción; lleno de sentimientos incandescentes, lleno de sexos indeformables; de todos los calibres, de todas las especies: sexos con música, sin desfallecimientos, de percusión! Bípedo implume, pero barbado con una barba electrocutante, indescifrable. ¡Ciudadano genial —¡muchísimo más genial que ciudadano!— con ideas embudo, ametralladoras, cascabel; con ideas que disponen de todos los vehículos existentes, desde la intuición a los zancos! ¡Mamón que usufructúa de un temperamento devastador y reconstituyente, capaz de enamorarse al infrarrojo, de soldar vínculos autógenos de una sola mirada, de dejar encinta una gruesa de colegialas con el dedo meñique!…
          ¡Pensar que antes de sublimarlo todo, sentía ímpetus de suicidarme ante cualquier espejo y que me ha bastado encarar las cosas en sublime, para reconocerme dueño de millares de señoras etéreas, que revolotean y se posan sobre cualquier cornisa, con el propósito de darme docenas y docenas de hijos, de catorce metros de estatura; grandes bebés machos y rubicundos, con una cantidad de costillas mucho mayor que la reglamentaria, a pesar de tener hermanas gemelas y afrodisíacas!…
          Que otros practiquen —si les divierte— idiosincrasias de felpudo. Que otros tengan para las cosas una sonrisa de serrucho, una mirada de charol.
          Yo he optado, definitivamente, por lo sublime y sé, por experiencia propia, que en la vida no hay más solución que la de sublimar, que la de mirarlo y resolverlo todo, desde el punto de vista de la sublimidad.